VII.


VII.
“Frente Único Proletario”:
El Bienio Rojo, Umanità Nova, y el Fascismo
1919–23



Cuando Malatesta vuelve a Italia, un 24 de diciembre de 1919, los efectos de la guerra y el ejemplo electrizante de Rusia habían creado una situación que dio cabida a fuertes esperanzas revolucionarias. Malatesta fue recibido con entusiasmo e incluso clamado como el “Lenin de Italia.” Mientras advierte contra tales excesos, se puso a trabajar como editor del diario anarquista Umanità Nova, que comienza su publicación en febrero de 1920. Primero al calor de la ocupación de fábricas, luego tras la atenuación de las esperanzas revolucionarias, y finalmente después del auge del fascismo, Malatesta elaboró aún más su visión, idealista y pragmatista a la vez, del proceso revolucionario: llamó a un frente unido de todas las fuerzas revolucionarias, ninguna de las cuales era lo suficientemente fuerte como para vencer sola; insistió en las medidas prácticas y el trabajo constructivo requerido en tiempos de revolución, donde no podía permitirse interrupción alguna en la provisión de bienes colectivos; e ilustró el lado humanista de su anarquismo, argumentando que los intereses materiales eran insuficientes para llevar a cabo una revolución si éstos no estaban respaldados por un ideal, y reafirmando al amor como fuente  fundamental del anarquismo.



Traducción al castellano: @rebeldealegre