V.
“La Huelga Armada”:
El Largo Exilio en Londres de
1900–13
El siglo
veinte, que abre con el asesinato del rey Humberto I a manos de Gaetano Bresci,
marcó también el comienzo del exilio más largo de Malatesta en Londres. Durante
estos años Malatesta reafirma coherentemente los dos pilares de sus tácticas:
la dependencia en el movimiento de los trabajadores y la necesidad de que los
anarquistas estén a su delantera; y la inescapabilidad de la insurrección como
paso hacia la emancipación, y por ende la necesidad de prepararse para ello. El
blanco del argumento de Malatesta había cambiado, sin embargo. Mientras que, en
la década anterior, fue por el primer punto por el que tuvo que argumentar, el
auge del sindicalismo — con su teoría de la autosuficiencia del movimiento
obrero — había hecho ahora necesario enfatizar el segundo punto. Por ende
Malatesta contraargumentó a la idea sindicalista de la huelga general como arma
revolucionaria decisiva con el llamado a la “huelga armada.” Al reiterar su
distinción entre lo sindicatos de trabajadores inclusivos, abiertos a
trabajadores de todos los colores políticos, y las organizaciones con clara
orientación anarquista, Malatesta demostró que había aprendido de los errores
de la Primera Internacional, a la vez que había permanecido fiel a su espíritu.
Traducción
al castellano: @rebeldealegre